Las olas de calor son períodos de calor que duran varios días. Matan a miles de personas cada año y se están convirtiendo en una amenaza aún mayor con la aceleración del cambio climático. Son especialmente peligrosas para los niños y niñas, las personas de la tercera edad  y aquellas personas con problemas de salud.

La mejor manera de protegerse de una ola de calor es mantenerse lo más fresco posible. Trasládese a la parte más fresca de su casa, especialmente por la noche, y evite las tareas al aire libre durante las horas de calor. Si es posible, pase el tiempo en un lugar fresco, como un edificio público con aire acondicionado.

El estrés térmico puede tener consecuencias sociales y económicas negativas para las personas y las comunidades. Aumenta los índices de comportamiento violento y agresivo, incluidos los delitos y las disputas domésticas. El estrés térmico también reduce la productividad económica al hacer menos seguros los trabajos al aire libre y dificultar la concentración en las tareas escolares y las responsabilidades profesionales.